sábado, junio 12, 2010

EL AMOR

Antes al amor lo miraba de soslayo,
pues, aunque tenía un corazón idealista
no creía en el amor verdadero y moralista
ahora me toca ser de Cupido, un pobre lacayo.

Pienso que tal vez en el oráculo de Delfos
estaba predestinado que el amor sincero
a mi vida llegaría un día, como un calabocero
que aparece a cualquier hora a apresar a elfos.

No supe que siempre por la fuente de Castalia
iba brotando el apetito de un sublime sentir
y las náyades entonaban una lira para bendecir
esta pasión tan excelsa como el color de una dalia.

Este amor se bautizó en el sagrado Jordán de tus labios
ahora me acaricia en sus apacibles manos griegas.
Y Ares asoló al escuadrón de bizarras lóbregas,
ahora me poso en los jardines babilónicos de tus brazos.

La latitud del amor nunca creí que fuera tan barroca
mi precario ser nunca entendió hasta ahora al amor,
se fue surtiendo de tu mirada, para ser abastecedor,
de éxtasis y no un mendicante que pide una bicoca.

1 comentario: